En 2010 pensábamos que desarrollar una plataforma de capacitación desde cero era lo más apropiado para nuestro negocio y para nuestros cursos realizados con Articulate. No nos había gustado Moodle porque no ofrecía nada bueno en términos de usabilidad. Los pocos LMS que podían adaptarse a lo que queríamos costaban unos USD 6.000/año y escalaban el precio según la cantidad de usuarios mensuales. Además eran lentos para los cursos con mucho video, cabe recordar en 2010 no existían estos servicios de streaming y Amazon no había extendido su nube de servidores en Latinoamérica, eso sucedería recién a fines de 2011. Tampoco había las opciones que hay ahora para montar un WordPress LMS.
Otra razón para desarrollar un LMS propio era que podíamos elegir la forma exacta en que se iban a ver los reportes de desempeño, cosa que nos importaba mucho. Entendíamos erróneamente que los reportes de desempeño iban a ser el punto clave de este tipo de servicios.
La decisión fue muy pensada e implicó un gran esfuerzo. Estudiamos a fondo con dos desarrolladores todo el protocolo SCORM y paso a paso fuimos creamos el código para cada una de las funcionalidades de la plataforma. Enorme proyecto. Diseñamos cada una de las pantallas hasta el más mínimo detalle, probamos cada proceso en varios escenarios, etc.
Después de un año de trabajo, presentamos nuestra plataforma para cursos Claseviva.
Claseviva, 2011
Una de sus características más innovadoras fue la presentación visual de los reportes SCORM para cualquier curso que se subiera en ese formato. La plataforma ofrecía 6 reportes diferentes y uno era a nivel de pregunta por pregunta, para cada usuario y para cada curso:


OK, puede ser que se pareciera visualmente a los reportes de la plataforma de Articulate, pero todo había sido desarrollado por mentes argentinas. La interfaz visual era solo parte del tema, atrás estaba todo el motor SCORM. Era nuestro, independiente de terceros y podíamos tener todo el tracking de cualquier curso SCORM generado con cualquiera de los softwares de autoría del momento. Una locura de desarrollo.
Entre las “Opciones de Publicación” se podía elegir que el curso fuera de acceso privado y que quedara oculto en las búsquedas.


Además el curso podía ser de acceso pago o gratuito:

Claseviva fue algo tremendo. Después de varios ajustes, la plataforma andaba muy bien y nuestros primeros clientes estaban muy satisfechos. Para muchos era la primera vez que ofrecían o que accedían a un curso online.
Sin embargo, a un año del lanzamiento nos dimos cuenta de que Claseviva iba a requerir unos cuantos cambios en el corto plazo, por las siguientes razones:
- Los smartphones empezaban a reemplazar a los celulares tradicionales. Nuestro sitio web no era responsive, básicamente porque el concepto no existía.
- La tecnología Flash comenzaba su era de conflictos con los navegadores y los cursos habían sido creados en Flash. Esto no era exactamente algo de la plataforma, pero los usuarios ligaban una cosa con la otra.
- En 2012 se había empezado a hablar de Tin Can API. La sensación era que el nuevo protocolo iba a reemplazar todo lo producido en SCORM. Ese fue el peor presagio, por el trabajo que nos había llevado desarrollar todo el motor SCORM.
- Dependíamos de dos desarrolladores que lo habían construido todo de una manera un tanto personal. No había framework, es decir algún estándar de desarrollo que eventualmente otros pudieran comprender y continuar.
Lejos de amedrentarnos, entendimos que estos problemas eran propios del crecimiento de cualquier empresa y duplicamos la apuesta.
Capacitar TV, 2014
En 2013 ganamos un concurso de proyectos de software, que básicamente consistía en dinero para seguir desarrollando. Con ese premio hicimos un Extreme Makeover de Claveviva. También le cambiamos la marca porque consideramos que el cambio de look lo ameritaba:
Capacitar TV estaba desarrollada sobre un framework PHP tradicional y con una estructura de base de datos más sólida, es decir que podía escalarse fácilmente. Sus páginas eran responsive y el tracking de los cursos ya no dependía del “antiguo estándar” SCORM sino que lo hicimos para el nuevo protocolo de reportes TinCan API, lo que expandía las fronteras porque nos permitía alojar contenidos de todo tipo.
Cada usuario tenía la posibilidad de armar su propio canal de capacitación y hasta habíamos creado una funcionalidad para que los ingresos de los cursos pagos se pudieran distribuir entre el dueño del curso, el capacitador y el moderador del foro. Esto se podía hacer gracias a una funcionalidad de Paypal que hoy no existe, se llamaba “Pagos Distribuídos”.
Capacitar TV era nuestra entrada al primer mundo de las plataformas LMS. Estábamos listos para competir en el mercado. Ofrecíamos mucho y a un precio más bajo que el de la competencia, que además era muy poca. Esperábamos que los clientes nuevos empezaran a llamarnos y a aparecer de a montones…
Pero no. Recibíamos muchas consultas, muchas, pero los clientes no valoraban tanto la interfaz y los reportes. Al protocolo TinCan API no lo conocía nadie y muy poca gente quería alojar sus cursos en un servidor externo, la norma era “todo dentro de nuestro servidor físico”. El concepto de la nube no tenía muchos adeptos en estas tierras. Moodle era más barato y la verdad es que en 2014 no importaba mucho todo lo demás. No teníamos gente de marketing tampoco, habiendo agotado casi todo el capital en el desarrollo. Ese es un gran error, ya lo sabemos.
Ante esta realidad, entendimos que el desarrollo de un LMS propio no era lo nuestro. Nuestro fuerte seguía siendo la creación de cursos, en lo cual podíamos seguir aportando la creatividad y el valor agregado que nos diferenciaba. Además, para el desarrollo de software siempre dependíamos de terceros que pertenecían a un sector volátil de camisetas, que cambiaban de proyecto de un día para el otro.
Con todos esto, la idea de tener un LMS propio ya no brillaba tanto como en un comienzo. Sin embargo, sí queríamos un canal de cursos propios. Eso es otra cosa, no un desarrollo propio, pero sí un canal de capacitación que mostrara y ofreciera nuestros mejores cursos.
WordPress LMS, 2017
Adicionalmente, entendimos por qué hay tantos LMS diferentes en el mercado: cada organización tiene su propia lógica y no todos buscan las mismas funcionalidades. Más allá de las 3 funcionalidades básicas que Mike Rustici dice que tienen que tener todos los LMS, cada cliente tiene sus demandas.
Armamos un tercer LMS muy simple que cumplía con esas 3 funcionalidades básicas y lo hicimos sobre WordPress, con un proceso infinitamente más sencillo que el de las dos veces anteriores. No es necesario decir a esta altura que WordPress es el administrador de contenidos web más usado del mundo. Su oferta de plugins incluye muchas variantes para crear un LMS y hasta hay algunos que permiten la gestión de profesores y alumnos. También hay unos pocos que ofrecen reportes de desempeño.
Adicionalmente, en WordPress es muy fácil integrar herramientas de comercio electrónico y medios de pago.
Esta es una vista rápida del tema WPLMS, un LMS creado sobre WordPress que se consigue por menos de USD 80:
Esta tercer variante de LMS se configuró en un mes y sin desarrolladores, gracias al soporte que brindan los creadores de cada tema y de cada plugin.
Ya sabíamos que un WordPress LMS no iba a tener reportes de desempeño para los cursos SCORM y en ese sentido era inferior en prestaciones a nuestros desarrollos anteriores (hasta que aparezca el plugin definitivo para eso, que NO es el de Uncanny Owl). Así y todo, el balance costo-beneficio permite contratar un servicio adicional de tracking de usuarios y conectarlo, como por ejemplo Learning Locker. Todo es posible configurando y conectando, como si fuera un gran juego de LEGO. Tener un WordPress LMS es una alternativa para cualquier pequeña organización y se puede potenciar con una gran cantidad de funciones adicionales.
Una de las grandes ventajas de esta decisión es su flexibilidad: cualquier cambio en el diseño y hasta en el proceso de acceso a los cursos se puede implementar en cuestión de horas. También se puede replicar una plataforma entera en otro dominio, usando los plugins de réplica de sitios de WordPress.
Con esto, pusimos nuestros servidores anteriores en pausa y Capacitar TV fue redirigida hacia nuestro tercer desarrollo, mientras pensábamos “¡¿por qué no hicimos esto antes, sin tanta inversión y tantos problemas?!”.
El precio de la independencia
La implementación de un LMS sobre WordPress es relativamente económica porque no requiere de desarrolladores pero, como en cualquier LMS, una falla puede hacer que los alumos no puedan acceder a su curso o los administradores no pueden acceder a su tablero. Es decir, no deja de ser un desarrollo del cual somos responsables.
Y con WordPress y sus plugins en el medio pueden pasar muchas cosas. Estos son algunos de los aspectos importantes para tener en cuenta en relación al mantenimiento de un LMS sobre WordPress:
Esta enumeración abarca solo una parte de lo que hace que un WordPress LMS funcione bien. En todo caso, sirve para saber que un WordPress LMS también tiene sus costos y sus necesidades de mantenimiento.
Teachable, 2019
A esta altura debemos decir que toda la historia anterior no hubiera existido con los actuales servicios todo-en-uno para alojar y gestionar curso web. La llegada de nuevos jugadores como Teachable nos cambió el panorama de las opciones disponibles y es una de las razones por la que esta historia tiene un final.
El servicio que ofrece Teachable no se podría definir como LMS, pero tiene casi todas las funcionalidades que se le pueden pedir a un LMS, sin límite de usuarios ni de cursos y a un precio muy razonable. No requiere el mantenimiento que requieren los LMS sobre WordPress y además (esto es clave) incluye el servicio de streaming de Wistia para videos ilimitados. No hay que pensarlo demasiado.

El precio es un factor clave. Hasta hace unos años era imposible acceder a todo lo que hoy ofrecen plataformas como Thinkific o Teachable por USD 40/mes e inclusive hay planes gratuitos para quienes solo venden sus cursos. Un hosting de buena calidad más un servicio de streaming superan holgadamente esa cifra, sin tener ninguno de los beneficios adicionales como la conexión con otros softwares o los medios de pago integrados. La competencia de precios está en un punto muy interesante, desde el momento en que las escalas de usuarios para cada marca crecieron exponencialmente: ya no hay límite de usuarios y de cursos, es decir que ofrecen servicios para “usuarios ilimitados y cursos ilimitados”.
En otro post hicimos un resumen más exhaustivo de Teachable, donde estamos empezando a trasladar algunos de nuestros cursos.
¿Es un punto de inflexión en la historia de plataformas para cursos web? Imposible saberlo hoy. Pero nos recuerda al tiempo en que llegó Gmail a romper el mercado del correo electrónico con su espacio generoso de 1GB por cuenta. No se sabía nada de la marca, pero mucha gente se pasó de proveedor por esa oferta excepcional de espacio extra. El resto ya es Historia.
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