Hay algunas búsquedas de proveedores en las que el perfil de Linkedin o el formato de presentación del CV no tienen demasiada relevancia. Por ejemplo, si buscamos una persona para que diseñe nuestro sitio web, no solemos mirar los hitos de su formación sino el porfolio de sus otros proyectos.
Esto pasa también con algunas de las habilidades más valoradas en el desarrollo de contenidos para elearning. Así lo entendió Emma Berry cuando decidió elaborar una experiencia de microlearning en Rise 360 a modo de presentación a la que llamó The Wonder of the Ocean:
Este proyecto no fue desarrollado para un cliente, por lo tanto Emma no obtuvo ningún beneficio económico por hacerlo. El objetivo que se fijó es que estuviera dirigida a públicos de entre 6 y 8 años, que pudiera ser vista en aulas y que se pudiera recorrer en menos de 10 minutos.
La decisión le permitió poner en escena sus capacidades creativas y ganar varios proyectos a partir de ello.
Mostrar en lugar de contar
Emma publica otros proyectos de microlearning y seguramente es lo primero que miran las personas que consideran contratarla, porque son contenidos breves que dan una idea de su narrativa didáctica, su estilo de ilustración y su creatividad.
En su blog dice que al desarrollar proyectos específicos también aprendió a sintetizar sus ideas, por ejemplo, pensando en un público que seguramente prefiere las interacciones y las frases cortas cuando se trata de explicar asuntos no muy complejos.
También comenta que Rise 360 tiene limitaciones, pero ella no tiene por qué tenerlas: usó gifs, insertó actividades de Storyline 360, hizo que los fondos fueran todos diferentes (desde el azul claro de la superficie hacia el azul oscuro de la profundidad), creó ilustraciones que funcionan como marcos y varias cosas más.
A veces la originalidad o el punto de vista de una persona que desarrolla contenidos se puede plasmar en unas pocas escenas.