En este artículo

[Grabación 01] Cómo grabar una clase o una capacitación

Las siguientes recomendaciones son para grabar una clase, con el objetivo de producir cursos en video basados en capacitaciones presenciales. Están basadas en nuestra propia experiencia y podrían no ser aplicables en todos los casos.

No son recomendaciones del tipo encuadrá con tu cámara y dejala grabando, cosa que puede hacerse perfectamente pero que no alentamos. Nuestra hipótesis es que si producimos materiales con cierto cuidado, las personas que acceden a estos materiales perciben ese cuidado y la experiencia de aprendizaje es más placentera y efectiva.

La cámara para grabar una clase

Las cámaras de video de algunos teléfonos celulares podrían hacer un buen trabajo a la hora de grabar un curso, con ciertas restricciones: no tienen un micrófono externo y no tienen un control de zoom usable. Estas dos limitaciones le bajan mucho la calidad al resultado final.

En este post de Wistia muestran muy bien el tema del micrófono externo, con distintos momentos en los que la persona que habla se graba con celulares e inclusive con cámaras profesionales SIN micrófono externo. El chiste es que para el sonido captado tenga una calidad aceptable, la persona tiene que estar demasiado cerca de la cámara:

wistia ejemplo de sonido sin microfono

La primera conclusión es que si tenemos a un capacitador hablando frente a una clase, vamos a necesitar algo como lo de abajo: una cámara que al menos incluya conexiones externas para micrófonos y un control de zoom de fácil manejo.

Por supuesto, también vamos a necesitar un trípode y algo más importante: una persona que sepa trabajar con estas herramientas.

En la sección de servicios de MercadoLibre aparecen ofrecimientos de equipos como éstos en alquiler. También se puede contratar por jornada al camarógrafo/a, que es una persona clave en todo este asunto. Hoy se puede contratar al camarógrafo con su cámara, trípode y micrófono inalámbrico por unos U$S 50 la jornada.

Camara para grabar clases
Cámara Sony HDV-Z1 con conexión para mics externos y control de zoom.

El micrófono externo

El micrófono externo es un requisito ineludible para grabar una clase o un curso presencial. Esto es porque el micrófono propio de la cámara registra todos los sonidos del ambiente, incluyendo los que no escuchamos naturalmente. En una situación de curso presencial real, un micrófono externo es la forma en que nos aseguramos de escuchar CADA palabra que diga la persona que da la clase, independientemente de toses, ventiladores, tráfico, murmullos, etc.

sennheiser ew 112p g4 lavalier inalámbrico omnidireccional+
Micrófono solapero, corbatero o lavalier. Receptor y emisor.

De qué micrófono hablamos. El micrófono más usado en estos casos es similar al de la imagen, aunque hay muchas opciones. El micrófono de arriba es un inalámbrico o wireless, es decir sin cables y es de tipo solapero o corbatero. Estos micrófonos tienen dos partes: un receptor que se conecta a la cámara y un emisor (que incluye al micrófono propiamente dicho) que es la parte que lleva el capacitador en su bolsillo o colgado en la parte de atrás del pantalón, vestido o lo que lleve puesto. Estos dispositivos inalámbricos son mínimamente invasivos y capturan el sonido en forma excelente. Pero depende del estilo de la clase, podría ser mejor algunas de las opciones que mencionamos en el post sobre micrófonos.

Atención: las dos partes de estos micrófonos llevan pilas y las pilas suelen tener una autonomía de 8 horas. Cuando las pilas se están agotando, la calidad de sonido empieza a decrecer vertiginosamente y luego se corta sin previo aviso. Es recomendable ponerle pilas nuevas a las dos partes antes de empezar cada jornada de grabación y siempre llevar algunas de repuesto.

Ubicación. El micrófono propiamente dicho o “la cápsula” se abrocha en la ropa de la persona que da la clase, cerca de su boca. Se recomienda que la cápsula del micrófono no quede visible a la cámara, para ello puede ubicarse detrás de una solapa (por eso los llaman solaperos) o debajo de una camisa o suéter. Si se ve todo el tiempo,no solo es molesto para el usuario que ve la clase online sino también para la misma persona que da la clase, ya que no puede olvidarse de que está siendo grabada.

Conexión. Una cámara de video como la de más arriba tiene dos entradas de audio, denominadas CH1 y CH2. El receptor del micrófono tiene que conectarse a uno de esos 2 canales de audio, no importa a cuál. El otro canal de audio debería recibir el audio general del ambiente, con el propio micrófono propio de la cámara o con un segundo micrófono externo que apunte a los participantes. Este doble ingreso de sonido es un reaseguro en caso de corte del micrófono del docente, pero también es una manera sencilla de capturar el audio de las preguntas de los alumnos. Escuchar claramente el audio de las preguntas hace una diferencia enorme a la hora de editar el curso.

La prueba. Antes de que empiece la capacitación no solo tenemos que probar el sonido, sino también las condiciones de luz el lugar. Deberíamos tener la tranquilidad de que la grabación va a salir técnicamente perfecta. Para ello, es recomendable explicarle al docente lo que vamos a hacer y pedirle que nos dé la posibilidad de hacer esta prueba. La persona que da la clase puede contar hasta 10 o decir cualquier cosa (la primera frase de un poema, de una canción, el abecedario) para que tengamos la seguridad de que el sonido está grabándose. También los participantes deben saber que estamos grabando la clase y que el audio de sus intervenciones podría quedar en la clase online.

Permisos. Las buenas prácticas indican que todos los participantes deben firmar antes una cesión de imagen. Es un documento de menos de una página, en el que cada persona que participa acepta que la clase se va a registrar y que ese registro va a utilizarse como producto, ya sea para la enseñanza en alguna plataforma, en el campus de una organización o en el lugar en el que se publique. Quienes no estén de acuerdo con ese destino de la grabación, no deberían participar de la clase grabada.

Dónde pongo la cámara

La decisión de ubicar el trípode a un costado del aula para “no molestar” a los alumnos es una mala idea: el docente va a quedar mirando todo el tiempo hacia un costado de la pantalla. El mejor lugar para la cámara y su trípode es la zona central del aula, para que la mirada del docente quede lo más frontal posible al eje de la cámara.

grabar una clase tripode abierto
Trípode abierto para grabar una clase.

Una vez que la cámara está sobre un trípode adecuado, que permita movilidad en todos los sentidos, la distancia ideal con el docente depende de las posibilidades que brinde el aula y el zoom de la cámara.

Deberíamos ubicarnos a una distancia tal que nos permita hacer un plano medio del capacitador (cara + pecho) pero también un plano general de la situación (capacitador entero + cabezas de alumnos). Esto es recomendable para ir cambiando el tamaño del plano a lo largo de la clase.

¿Me muevo o no me muevo?

Para tener un buen registro de una clase el camarógrafo tiene que acompañar los movimientos del capacitador, por eso es importante la cámara con un trípode de cabezal fluído y un control de zoom de fácil manejo. Hay capacitadores que caminan un poco, otros hacen ademanes, otros dibujan o hacen esquemas en una pizarra. Si hay algo proyectado, quizás haya que verlo pero seguramente no durante todo el tiempo, porque ese material luego puede utilizarse como insumo en la edición. Es resumen, el camarógrafo tiene un trabajo continuo mientras dure la clase: tiene que estar atento a lo que se está queriendo explicar o mostrar y ajustar su encuadre para comunicarlo lo mejor posible.

Por lo anterior, se recomienda que el control del zoom de la cámara sea óptico o físico y no del tipo touchscreen. Las pantallas táctiles no suelen permitir movimientos fluidos durante la grabación, en general.

Un tema que requiere un poco más de habilidad pero que vale la pena mencionar: si queremos capturar algunas imágenes de los participantes (cuando preguntan, comentan o debaten durante la clase) podemos mover el conjunto de cámara + trípode, pero sin cortar la grabación durante el movimiento. De esta manera, el audio se va a seguir registrando perfectamente mientras nos movamos y ese audio nos puede salvar en la edición de estos momentos.

Los cortes en la grabación

A veces la persona que está grabando tiene que cambiar de tarjeta o de batería en medio de la grabación. Si podemos interrumpir al docente porque ése fue el acuerdo previo, no hay problemas. En este momento se puede esperar a que el capacitador llegue a un final de frase y ahí hacer el cambio. Pero si NO se puede interrumpir la clase, entonces el camarógrafo debería llevar las  tarjetas/baterías cargadas dentro de su bolsillo y hacer ese cambio lo más rápido posible.

También tengamos la precaución de clasificar cada tarjeta que sale de la cámara. Unos pocos segundos en ese momento nos pueden ahorrar muchos dolores de cabeza en la edición.

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Seguramente se nos olvidan consejos, pero esta reseña es en base a nuestras primeras 100 horas de cursos grabados y pueden ser un buen comienzo. Si una capacitación dura varios días, sin duda se van a necesitar dos personas que puedan ir alternándose en la grabación, ya que es agobiante registrar clases o seminarios durante varias horas corridas.

En cualquier caso, si la capacitación va a durar varios días y se pretende llegar a cientos de personas en forma online, no estaría mal consultar a un estudio o productora de contenidos que pueda poner en juego toda su experiencia en este terreno.

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